dijous, 1 de novembre del 2012

Natàlia


Incluso encajada en un pedazo de papel que cuenta con más de cincuenta años. Incluso en el blanco y negro que no le hace justicia a la miel que son tus cabellos. Incluso con esa tristeza que frunce tus labios y arremete contra la bilis del espectador. Incluso, o debido, al traje chaqueta de tweed y la camisa abotonada hasta el ahogo, eras una mujer fuerte y preciosa. Dios sabrá porqué motivo te decidiste por él y sus chaladuras.


Natàlia aprovecha la hora y media de soledad de la mañana del miércoles para aflojarse los nudos y respirar profundamente. Da inicio al ritual haciendo sonar el cd que le regaló su nieta con canciones de Ella Fitzgerald, Etta James y Billie Holliday. Easy living, irónico. Es metódica al elaborar la ambientación necesaria, un perfeccionamiento abstracto (al más puro estilo Kandinsky) que la posee en cuanto se siente libre. Ocurre en contadas ocasiones. Un café con Baileys y el álbum de fotografías sin abrir sobre la mesa de la galería. El sol se derrama sedoso sobre la portada provocando que el reflejo se estampe contra el papel pintado. Se sienta en la silla y al hacerlo se desprende de un quejido que desaparece al tocar las baldosas rojas. Las molestias de la rodilla habían dado paso al dolor seco. Suerte del ascensor, subir las escaleras de tres pisos requería un esfuerzo titánico y su energía desaparecía de forma paulatina, la destinaba íntegramente a soportar el día a día y ese canal televisivo infernal que no cesaba hasta la madrugada. Pasa las páginas con una sonrisa melancólica, adora su colección de fotografías de estrellas de su juventud: Imperio Argentina, Sara Montiel, Dirk Bogarde, Marlene Dietrich, Errol Flynn (según ella las mejores piernas con y sin mallas de la historia), Greta Garbo, Clark Gable, Cantinflas... El tiempo se le había escurrido entre los dedos sin enterarse. El reclamo de una gaviota la devuelve a la realidad de sus quehaceres, debe preparar la comida a tiempo, el horario es sacrosanto en esa casa. Bewitched. Preparará un arroz con verduras, un lenguado a la plancha para cada uno y una ensalada de escarola, rábano y cebolla tierna. 

Algún día. Sí, algún día...