dijous, 22 de novembre del 2012

Silenciando



En ocasiones me gustaría ser una femme fatale, una mujer estereotipada que ni siente ni padece y que, en realidad, no deja de estar sometida de igual modo que el resto de la humanidad pero con un fondo de armario de orgasmo. Ser mala, pérfida, mortífera... Lo cierto es que almaceno demasiada tierra bajo las uñas y mierda en los bolsillos como para acercarme lo más mínimo. Esto y mi enfermiza tendencia a la inconstancia lastran cualquier perspectiva de ser un algo en esta vida, me conformaré con ser muchos medio algo en esta vida.

Mi última epifanía, acorde con la realidad que estoy pisando estos meses, ha sido ligeramente decepcionante. Conozco a la perfección los motivos que me llevan a compartimentar y ocultar(me) parte de mi pasado. Aún y así reconozco que la relación entre el dolor infantil y mi cerrazón adulta me resultó inquietante. El tiempo justo de verter un par de lágrimas, flagelarme las entrañas y poco más; lo de las peinetas y el rollo plañidero no va conmigo. Y llego a la misma eterna conclusión: tú piensa y razona que luego viene la enajenación y te lo desbarata todo. Porque esto es lo que ocurre, fragmento y analizo, argumento y me convenzo, esbozo un mañana y un pasado acorde con las herramientas que me han facilitado, manejable, antiséptico, que de nada sirve cuando un olor me sujeta del cuello, me levanta del suelo y me zarandea en mitad de la calle. Acepto la derrota, todas ellas. Mi relación más duradera y estable ha sido y sigue siendo, sin duda, con mi vacío.

Jamás pensé que llegaría el día en que enmudecería por amor. Así de repipi y absurdo. Mi vida ha terminado siendo una versión serie B nacida del cruce de Cumbres Borrascosas y un delirio febril de Chéjov. Suena peor de lo que es.

Alzo la cabeza y sonrío. Seguiré desgranando y experimentando, mostrando mis dientes. No sé sobrevivir sin luchar.

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Creo que disfrutas de buenos ingredientes para escribir el libro de tu vida.
Eres fuerte,te conoces y estás dispuesta a sobrevivir aunque en ello te vaya el tipo.

Un saludo

Suzie Jane ha dit...

Si algo he acabado aprendiendo es que tanto se ríe tanto se llora, el sufrimiento y la felicidad se dan de la mano en múltiples ocasiones. Se trata de no hundirse y seguir andando.
Gracias por tu comentario y tu lectura, incluída la de entre líneas ;).