diumenge, 9 de desembre del 2012

Luna



Siento el frío en la punta de la nariz mientras contemplo las nubes de aliento desvanecerse entre resoplidos, los mismos que hacen mecerse al algarrobo que se erige enfrente mío. Pienso en tus miedos, en los míos. En nuestras aventuras; pasadas, presentes, futuras. Tan alejados de los pedazos de papel que enumeran, que clasifican, que ambos sabemos que limitan. Adoro tu expresión de aquiescencia cuando te pierdes en mis ojos, consintiendo, exponiendo. Te entretejes delicadamente a cada sonrisa sin apenas percibirlo, extendiéndote sin pretenderlo sobre la cotidianidad, above the billie's blue, inside the infinite sadness. Y sin querer te pienso y te evoco, te invoco en el terciopelo del château y en la intensidad de tu postre, y río y me despeino con las mejillas enrojecidas. Tus (elocuentes) silencios arrullan mi anhelo anclándome en el asiento entre mordiscos y suspiros. Zarandeas la cabeza dulcemente... y el otoño sabe a fresa, a whisky, a jimi hendrix, a coulant, a casiopea.
Tsssss, vamos a leer historias de mafiosos bajo la manta mientras el gélido frío azota las ventanas.